Circasia…
El cementerio Libre de Circasia se ha caracterizado por ser el primer cementerio laico en el país, uno de los más importantes desde su fundación y claro, algo así como un acto de rebeldía contra lo conservador y lo “católico” quienes reinaban en cierto momento.
Circasia es una apacible población situada en el centro del pequeño departamento del Quindío a pocos kilómetros de su capital Armenia. Se fundó en 1884 por gente que provenía de Antioquia, especialmente de la Unión, Abejorral y Sonsón.
Una de las situaciones que en ese entonces daban mayor indignación, era la de los cementerios, que entonces eran parroquiales y a los que no tenían acceso las personas que no fuera católicas, se hubieran suicidado, se declararan libre pensadores o murieran en “estado de pecado”, a criterio del señor cura. Es acá donde el señor Braulio Botero en compañía de Enrique Londoño, Miguel Botero y otros, crearon un panteón laico, no vinculado a ninguna religión ni credo político, en el cual con la dignidad que merecen todos los seres humanos, pudiera ser sepultada cualquier persona, no importa cuáles fueras sus creencias religiosas o políticas , su situación económica o las circunstancias de su muerte.
Nadie dijo que sería fácil, pues tendría una carga impresionante desde lo político, social y religioso pero valdría la pena porque todo constituyó su mejor y mayor legado, un paraíso terrenal donde no hay distinciones más allá del ser.
En cuanto a su diseño y arquitectura, Mientras vivió en Armenia (1930-1938), el constructor italiano, Antonio Bernardi, además de las obras que edificó, también participó con un grupo de amigos libres pensadores en proyectos de región, como el Cementerio Libre de Circasia, a la salida a Montenegro. Construcción del Club Campestre de Armenia hacia 1936.
Del cementerio podríamos decir que es un collage que entrelaza la arquitectura francesa e inglesa, símbolos masones, jardines y bóvedas esculpidas con paciencia y detalle, tribunas para dar el último adiós y un himno que hace honor a todos aquellos que ya no están, al menos no en este plano.
¡Que buena entrada!. Me gustó saber que existen este tipo de lugares. A simple vista uno diría que la mayoría de cementerios de Colombia hacen alusión a la religión católica-cristiana, sin embargo, creo que es bueno tener una mirada global hacia otros territorios que dejan a un lado tales creencias y se atreven a crear algo nuevo, con una visión más humana y terrenal.
Me gustaMe gusta